viernes, 31 de julio de 2015

Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula)

Dionaea muscipula

Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula)


- Reino: Plantae

- Filo: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Orden: Caryophyllales
- Familia: Droseraceae
- Género: Dionaea
- Especie: Dionaea muscipula
- UICN: Vulnerable


La venus atrapamoscas, atrapamoscas, o dionea es una planta carnívora pequeña de color verde, la cual es popularmente conocida debido que es la más cultivada y a la característica forma de sus trampas, que utiliza para dar caza a sus presas, generalmente artrópodos de pequeño tamaño.

Distribución y hábitat:

Su hábitat natural se reduce al estado de Carolina, en la costa este de Estados Unidos, aunque actualmente se cultiva en muchas partes del mundo. La atrapamoscas suele vivir en ambientes pantanosos y húmedos, especialmente en suelos de arenisca o turba, en los que hay escasez de nitrógeno fijado en el suelo o sustrato, necesario para la vida de la planta. No se trata de una planta tropical, por lo que está adaptada a climas templados con temperaturas frescas en verano y inviernos suaves.

El fuego y los incendios pueden ayudarla a eliminar a sus competidores debido a su pequeño tamaño y rápido crecimiento; sin embargo, no se trata de una especie pirófita, por lo que el fuego también puede llegar a suponer un problema a la continuidad de sus poblaciones.

Descripción:

La venus atrapamoscas, a diferencia de lo que mucha gente cree, es una planta de porte pequeño. Su estructura básica consiste en una roseta circular de unos 7 a 10 cm de ancho y con un numero aproximado de 4 a 8 hojas por roseta. Dichas hojas poseen una forma mas ancha en su ápice, con forma de corazón, y poseen en dicho ápice la trampa que caracteriza a esta especie. Dicha trampa forma la verdadera hoja, mientras que la zona ancha con forma de corazón cumple función fotosintética.

La venus crece a partir de un rizoide bulbar de coloración negra desde donde crecen las hojas con sus trampas, desde dentro de la roseta hacia afuera. En el periodo de floración, a partir del mismo centro, se proyecta un tallo floral de unos 10 cm de longitud con una flor de tonalidades blancas, simétrica y con cinco pétalos separados en el otro extremo del tallo, donde se formarán las semillas.

Trampas y nutrición heterótrofa:

Las trampas de la venus son un magnifico mecanismo de captura y alimentación que nos deja atisbar lo especializada que está esta especie para sobrevivir en ambientes. Constan de dos lóbulos planos semicirculares, unidos entre si por una especie de "bisagra", que permiten la apertura y el cierre. 

Dionea cazando un opilión (botany.org)
Mientras que el resto de la planta es verde, el interior de estos lóbulos esta revestido de un color rojizo, debido a un pigmento especial denominado antocianina, el cual sirve para proteger la planta frente a la luz ultravioleta y para hacer la trampa más llamativa para las presas. 

En los bordes de los lóbulos se encuentran unas proyecciones a modo de mandíbulas, que cumplen la función de jaula para evitar que la presa escape. También se segrega una sustancia viscosa o mucílago, cuyo olor atrae a las presas hacia la trampa.

Su mecanismo de activación es simple, pero muy eficaz. En el interior de cada lóbulo existen tres pelos o tricomas diminutos dispuestos en forma de triangulo invertido, esto es, dos arriba y uno abajo. Estos pelos activan el cierre de la trampa siempre y cuando sean tocados dos pelos diferentes o bien el mismo tricoma más de una vez. Esto evita que la planta pueda confundir la caída de una gota de agua con el movimiento de un insecto. Cuando un insecto se posa sobre la trampa y mueve los pelos, la venus cierra los lóbulos apretando a la presa e impidiendo su salida. 

Mientras la presa lucha por escapar, la planta comienza a segregar enzimas digestivos que comienzan a digerir al insecto y a licuar sus partes blandas, para ser así absorbidas por la planta. Tras 10 días de digestión, la venus abre la trampa de nuevo y escupe el caparazón vacío no digerido. Cada trampa tiene un promedio de 4 usos antes de que esta se marchite y sea sustituida por trampas nuevas.

Hibernación:

La venus atrapamoscas, a diferencia de otras plantas carnívoras, debe realizar un proceso denominado hibernación, necesario para la vida de la planta. Este proceso se activa al detectar una bajada en las temperaturas y una disminución en la cantidad de luz solar incidente, por el cual la planta entra en un estado latente; sus hojas se ennegrecen, se marchitan y no hay crecimiento,y  las trampas se cierran con mayor lentitud o no se cierran. Este periodo permite a la planta sobrevivir al invierno y las heladas, ya que su rizoide esta enterrado, por lo cual al inicio de la primavera la planta volverá a crecer de manera vigorosa en el momento en que la temperatura, la luz y la humedad sean las óptimas.

Reproducción:

Comúnmente, la dionea se reproduce sexualmente mediante polinización, dando lugar a unas semillas negras, cada una de las cuales dará lugar a otra nueva planta. Sin embargo, el rizoide puede dividirse subterraneamente y dar lugar a dos rosetas independientes, por lo cual su mecanismo de reproducción sería asexual

Cultivo y cuidados:

El cultivo de la dionaea puede comenzarse de nuevo, mediante plantación de semillas, o bien mediante parte del rizoide de una planta adulta. La semilla o el rizoide deberá plantarse en un recipiente con un buen drenaje en un sustrato que se componga de turba o bien de una mezcla de turba y arena. También es bueno mezclar un poco del briófito Sphagnum para conseguir mantener la humedad.

Las dioneas NUNCA deben recibir fertilizante, ya que un exceso de nitratos y otros compuestos orgánicos resultan perjudiciales para la planta. Así pues, el riego debe realizarse por bandeja, esto es, colocando el recipiente con la planta dentro de otro recipiente con agua para que esta ascienda al rizoma por absorción. El agua de riego debe ser la de la lluvia, destilada, o bien como la que se obtiene de deshumidificadores o al fundir el hielo de un congelador.

Durante la primavera es muy importante que reciba luz solar de manera gradual, de menos a mas, y nunca en las horas de mayor intensidad. El sol favorecerá la fotosíntesis y el enrrojecimiento de los lóbulos por la antocianina, pero un exceso de luz solar podría quemarla. Si no se desean semillas, es conveniente escindir el tallo floral una vez salga, ya que esto le robará mucha energía a la planta.

Dionea completa durante transplante
(plantascarnivorasweb.com)
En otoño e invierno la dionaea empezará a necesitar entrar en hibernación, por lo que deberemos mantenerla en un lugar fresco, entre 1ºC y 10ºC, durante un MÍNIMO de 4 meses hasta un máximo de 6. De no realizar este proceso la dionaea estaría muy débil y probablemente se marchitará.

Para mantenerla es aconsejable desenterrar el rizoide, rociarlo con fungicida para evitar plagas y meter la planta en una bolsa plástica de cocina, volviendo a plantarla al inicio de la primavera. En caso de mantenerla en la maceta se debe suprimir el riego para evitar prutrefacción del rizoide, pero siempre manteniendo un ligero grado de humedad.

Por último, es MUY IMPORTANTE no forzar el cierre de las trampas y no darles comida en exceso, con un insecto al mes le llega, ya que esto no es vital para la planta, solo un aporte extra de nutrientes.


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